La elección presidencial de 2024 ha dejado a muchas personas de la comunidad LGBTQ, comunidades de color, mujeres y otros grupos marginados enfrentándose a una dura realidad: Donald Trump regresará a la Casa Blanca.

Para muchos, este resultado se siente como un retroceso, generando preocupación por políticas que históricamente han silenciado muchas voces y amenazado derechos. Aunque las emociones —miedo, ira e incertidumbre— son innegables, es crucial canalizar estos sentimientos hacia la acción. Debemos preguntarnos: ¿Qué significa esto para nosotros y cómo respondemos?

La comunidad LGBTQ ha logrado avances notables en la última década, pero estos logros son frágiles. La administración previa de Trump intentó revertir protecciones para personas transgénero, limitar la representación LGBTQ e implementar políticas que fomentaron la discriminación bajo el disfraz de la "libertad religiosa". El segundo mandato de Trump plantea preocupaciones legítimas sobre el debilitamiento del matrimonio igualitario, el acceso a la atención médica para personas trans y el apoyo federal a los derechos LGBTQ.

En este momento, la comunidad LGBTQ debe enfocarse en fortalecer sus alianzas, apoyar a organizaciones de defensa y amplificar sus voces en la política local y nacional. La unidad y el estar alerta son esenciales para garantizar que nuestros derechos sean defendidos no sólo por legisladores, sino también por el poder colectivo de nuestra comunidad.

Para las comunidades de color, la presidencia de Trump significa la continuación de desafíos sistémicos: supresión de votantes, violencia racial y retrocesos en políticas que abordan la desigualdad. Estas comunidades podrían enfrentar renovados ataques a sus derechos y seguridad, ya sea a través de redadas migratorias, el desfinanciamiento de áreas urbanas o la perpetuación de estereotipos raciales perjudiciales. Sin embargo, la historia muestra que las comunidades de color pueden organizarse, resistir y abogar por la justicia. Fortalecer movimientos de base, formar coaliciones culturales y enfatizar el poder del voto son estrategias cruciales. La iniciativa Proyecto 2025 —un marco para movilizar a comunidades marginadas— podría desempeñar un papel vital para asegurar que nuestras voces colectivas sean escuchadas.

Los derechos de las mujeres, particularmente los derechos reproductivos, están significativamente en riesgo. La primera presidencia de Trump vio el nombramiento de jueces conservadores que contribuyeron al retroceso de Roe v. Wade, lo que llevó a un acceso desigual al aborto en todo el país. La posibilidad de más restricciones a la atención médica, la equidad en el trabajo y las protecciones contra la violencia de género es preocupante. Las organizaciones de mujeres y sus aliados deben luchar por políticas que protejan la autonomía y la equidad. Los derechos de las mujeres son derechos humanos, y la defensa de estos derechos es parte integral de la lucha por todas las comunidades marginadas.

Entre todos los grupos marginados, la preocupación central es un clima creciente de miedo y división. Las políticas que criminalizan identidades, restringen libertades y profundizan las desigualdades sistémicas pueden generar desesperanza. Sin embargo, incluso en este panorama desalentador, hay fortaleza en la acción colectiva. El miedo puede paralizarnos, pero también puede motivarnos a construir redes de apoyo más sólidas, educarnos y moldear nuestro futuro.

El Proyecto 2025, un plan de políticas desarrollado por grupos de expertos conservadores, representa una amenaza sustancial para la comunidad queer al promover una agenda que busca revertir derechos y protecciones LGBTQ. Sus propuestas incluyen desmantelar leyes contra la discriminación, restringir el acceso a la atención médica para personas trans y utilizar la "libertad religiosa" como base para justificar la discriminación contra personas LGBTQ. Esta iniciativa busca institucionalizar prejuicios que podrían limitar severamente el progreso logrado en los últimos años, representando un retroceso político y una amenaza existencial para la seguridad, dignidad y el derecho a vivir auténticamente. Esto subraya la necesidad urgente de vigilancia, defensa y solidaridad para proteger los derechos conquistados y fomentar un futuro más inclusivo.

Avanzando Juntos: Construyendo Resiliencia y Unidad

El resultado de las elecciones de 2024 nos desafía a unirnos y actuar colectivamente para proteger nuestros derechos y apoyar a las comunidades marginadas. Aunque las apuestas son altas, nuestra fortaleza reside en la resiliencia, la defensa y la solidaridad.

Esto es lo que podemos hacer para avanzar:

• Mantente Informado y Comprometido: El conocimiento nos empodera para actuar. Entiende las políticas que afectan nuestros derechos, sigue noticias confiables, asiste a reuniones comunitarias y comparte información correcta para fortalecer nuestra voz colectiva.

• Apoya a Organizaciones de Defensa: Grupos como Human Rights Campaign, NAACP y Planned Parenthood luchan por causas justas. Apóyalos a través de donaciones, voluntariado y amplificando sus esfuerzos.

• Construye Redes Comunitarias: Fomenta conexiones mediante eventos locales, diálogos y espacios de apoyo. Estas redes brindan fortaleza, solidaridad y recursos en tiempos desafiantes.

• Aboga por Políticas Inclusivas: Involúcrate con funcionarios electos, escribe cartas y responsabiliza a los representantes. Expresarte de esta manera asegura que la legislación refleje las necesidades de todas las comunidades marginadas.

• Movilízate para las Elecciones: El voto define liderazgos y políticas. Organiza campañas de registro de votantes y fomenta la participación cívica para asegurar que nuestras voces sean escuchadas.

• Fomenta la Unidad Interseccional: Colabora entre líneas raciales, de género y socioeconómicas para amplificar nuestro impacto. Apoyense mutuamente y construyan coaliciones que reflejen nuestra fortaleza compartida.

• Prioriza la Salud Mental: Mantente centrado a través del autocuidado, el apoyo comunitario y prácticas como la meditación o la terapia. Cuidarnos entre nosotros es clave para sostener el activismo a largo plazo.

Aunque los desafíos son significativos, nuestra acción colectiva garantiza el progreso. Juntos, podemos defender nuestros derechos, amplificar nuestras voces y crear un futuro donde prosperen la igualdad y la justicia. Que este momento nos inspire a ser más fuertes, actuar con decisión y avanzar unidos.

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Terry Dyer, autor y activista galardonado, promueve la conciencia sobre el VIH/SIDA, desarrolla programas y subvenciones comunitarias, fomenta el compromiso LGBTQ+ y participa en actividades deportivas. Escribió "Letters to a GAY BLACK BOY", generando debates sobre racismo, homofobia, salud mental, familia y amor. 

Reverendo Skip Jennings, autor, podcaster, coach transformacional y profesor de yoga/meditación. Es ministro de New Thought y su obra destacada, "The Little Book for Transformation", inspira cambios y promueve una vida espiritual auténtica.