Donald Trump y Robert F. Kennedy, Jr. han encontrado la manera de meterse en tu dormitorio. Y en tu cocina, tu armario e incluso en tu coche.
Kennedy, quien es el Secretario de Salud y Servicios Humanos, ha iniciado una ofensiva contra los fabricantes de nitrito de alquilo, más conocidos como poppers. Desde que asumió el cargo, la FDA ha realizado redadas en algunos puntos de fabricación y venta. Aunque el producto no está aprobado para consumo humano, muchos lugares lo siguen vendiendo abiertamente.
Cuando se inhalan, los poppers dilatan los vasos sanguíneos, lo que provoca una sensación de euforia momentánea y también ayuda a que los “bottoms” se relajen. Según el Los Angeles Times, un tercio de los hombres gay han admitido haber usado esta sustancia.
La FDA no ha emitido comentarios sobre las redadas.
El secretario Kennedy es un conocido conspiranoico y durante años ha promovido la falsa creencia de que los poppers causan sida, una teoría que ha sido desmentida por la misma agencia que ahora dirige. También es un reconocido opositor de las vacunas y ha impulsado políticas para bloquear la atención médica para personas trans, calificándola de “mutilación química y quirúrgica”.
Tras las redadas de la FDA, algunas tiendas en línea han eliminado sus páginas de venta. En el sur de California, algunos comercios han reportado un aumento en la demanda de poppers, ya que la gente intenta abastecerse antes de que se prohíban.
Sin embargo, OutSFL ha comprobado que varias tiendas en línea con años en el mercado siguen vendiéndolos.
Desde hace décadas, los poppers se han comercializado bajo etiquetas como “limpiador de cabezales de VCR” o “removedor de esmalte de uñas.” Los VCRs pueden haber pasado de moda, pero su mantenimiento sigue siendo, por ahora, una razón válida para venderlos.
This story was translated via ChatGPT and approved by a Spanish-speaking member of staff.
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